La actriz Sydney Sweeney, conocida por sus papeles en Euphoria y White Lotus, protagoniza una campaña publicitaria de American Eagle que ha generado una fuerte controversia en redes sociales y medios internacionales. El conflicto gira en torno a un juego de palabras entre “jeans” (vaqueros) y “genes” (genética), que en inglés se pronuncian igual.
“Los genes se transmiten de padres a hijos, determinando rasgos como el color del cabello, la personalidad e incluso el color de los ojos. Mis jeans son azules.”
El eslogan principal es:
“Sydney Sweeney has great jeans” que puede interpretarse también como “Sydney Sweeney tiene buenos genes”.
Diversas voces señalaron que el anuncio refuerza estándares de belleza eurocéntricos y podría evocar ideas relacionadas con la eugenesia, una teoría desacreditada que promovía la “mejora” de la raza humana mediante la selección genética. La imagen de Sweeney —rubia, blanca, de ojos azules— fue vista por algunos como símbolo de una belleza “superior”, lo que desató acusaciones de racismo y propaganda subliminal.
Expertos como la antropóloga Shalini Shankar y el profesor Marcus Collins coincidieron en que el mensaje puede ser interpretado como excluyente, especialmente en un contexto político donde los discursos nacionalistas y antiinmigrantes están en auge.
¿QUÉ DICEN LOS DEFENSORES?
Figuras conservadoras como Ted Cruz y Megyn Kelly defendieron la campaña, acusando a la “izquierda woke” de exagerar y de atacar a mujeres bellas por razones ideológicas5. Algunos analistas de marketing incluso consideran que la controversia podría beneficiar la imagen pública de Sweeney, al posicionarla como una figura provocadora y mediática
American Eagle no ha emitido una disculpa oficial ni ha retirado la campaña. De hecho, la línea de jeans “Sydney Jean” destinará sus ganancias a Crisis Text Line, una organización que brinda apoyo en salud mental
La campaña ha reabierto el debate sobre cómo la publicidad puede perpetuar narrativas de exclusión, incluso cuando se presenta como humor o estrategia comercial. En palabras de Cheryl Overton, experta en comunicación:
“La moda no existe en el vacío. En un país que aún lucha con estándares sociales arraigados en la blancura, el subtexto no es imaginado: está históricamente presente”