Analia, joven de 25 años, fue asesinada por su exnovio Ulises Fabián Gómez en Villa Guillermina, Santa Fe. El crimen ocurrió dentro del bar El Moroco, donde ella trabajaba, cuando el agresor la interceptó y le cortó el cuello con un cuchillo tipo serrucho. La joven murió desangrada minutos después.

DENUNCIAS IGNORADAS
Antes del asesinato, Analia había denunciado a Ulises por violencia de género. Existían medidas de restricción y una orden de aprehensión vigente que nunca fue ejecutada. Ella vivía con miedo, lo expresó en varias ocasiones, pero la protección institucional no llegó a tiempo.
DETENCIÓN TARDÍA
Ulises fue detenido el mismo día del asesinato en San Antonio de Obligado. La fiscalía lo imputó por homicidio agravado por el vínculo y violencia de género, lo que podría derivar en prisión perpetua. También se abrió una investigación contra la comisaría local por no haber ejecutado la orden previa.

TESTIMONIO DE LA FAMILIA
El padre de Analia declaró que su hija lloraba todas las noches, aterrada por las amenazas del agresor. Asegura que Ulises era drogadicto, violento y que hostigaba a Analia en casa y trabajo, violando las restricciones judiciales. El crimen fue anunciado, y la omisión de las autoridades lo permitió.
“Mi hija lloraba y decía que él la iba a matar”: Analia fue asesinada brutalmente por su exnovio pese a haber pedido protección a las autoridades
«Es un monstruo, mi hija lloraba todas las noches y decía que él la iba a matar», aseveró el padre de la joven.
La comunidad organizó marchas pacíficas para exigir justicia y denunciar la impunidad institucional. El caso de Analia se convirtió en un símbolo del abandono que enfrentan muchas víctimas, incluso después de denunciar formalmente.